lunes, 17 de octubre de 2011

The New World (Cuarto largometraje de Malick)

Después de terminar La Delgada Linea Roja, Terrence Malick se embarcó en el guión de una película sobre el intento de revolución del Che Guevara en Bolivia. Sin embargo esta película no llega a conseguir financiación y en 2004 abandona este proyecto para trabajar en su cuarto largometraje: "El Nuevo Mundo". 
Sabemos que Malick había comenzado a trabajar en el guión del Nuevo Mundo desde finales de los años 70 y, una vez que consiguió el presupuesto necesario (30 millones de dólares), comenzó su rodaje siendo estrenada en 2005.
Después de una película basada en hechos reales que narra la violenta huida de un asesino en serie y su novia (Malas Tierras), una película ambientada a principios del siglo XX en la que se nos cuenta el drama de un triángulo amoroso junto al contraste de la miseria con la riqueza (Días del Cielo) y una película basada en una novela de J. Jones ambientada en la segunda guerra mundial (La Delgada Linea Roja), Malick nos ofrece en esta ocasión el impactante encuentro (o choque) de dos mundos en la llegada de los ingleses a América, es la conocida historia de Pocahontas y el capitán Smith contada desde la mirada de Malick.
Queda claro que Malick es capaz de ofrecer excelente películas en generos muy distintos vinculados entre si por su estilo personal e inconfundible que dan una coherencia maravillosa a su obra.




FICHA:
TÍTULO ORIGINAL:    The New World
AÑO:                        2005
DURACIÓN:               133 min. (versión extendida de 170 min).
PAIS:                        EEUU
DIRECTOR:               Terrence Malick
GUIÓN:                     Terrence Malick
MÚSICA:                   James Horner
FOTOGRAFÍA:           Emmanuel Lubezki
REPARTO:                Colin FarrellQ'orianka KilcherChristian BaleChristopher PlummerYorick van Wageningen,David ThewlisAugust SchellenbergNoah TaylorEddie MarsanWes StudiRaoul Trujillo,Jonathan Pryce


SINOPSIS: 
Inspirada en la leyenda de John Smith y Pocahontas, es la historia de dos personajes fuertes, una apasionada mujer nativa de alto linaje y un ambicioso buscador de fortuna que se encuentran divididos entre las exigencias de sus deberes cívicos y las de su corazón.
Ambientada en la América colonial, a principios de siglo XVII, "El nuevo mundo" es una aventura épica sobre el encuentro de las culturas europea y nativa americana durante la creación de la colonia Jamestown en 1607 cuando la London Virginia Company inglesa fleta tres barcos con el objetivo de buscar tesoros en los nuevos territorios de América

Fue nominada al Oscar a la mejor fotografía y Q'orianka Kilcher recibió el premio a la mejor actriz del National Board of Review.


Para leer más:
Reseñas en Shangri-la:  1 y 2
Reseñas en Blog de Cine: 1234
Críticas de Filmaffinity
Mucha información recopilada en Playlist
Diferencias entre la versión estrenada en cines y la versión extendida: aquí.


Algunas "perlas" para hacer ganas:

El paisaje, la luz y los colores, excelentemente tratados por el director de fotografía, Emmanuel Lubezki, se convierten en este film en un personaje más, que condiciona las reacciones de los personajes humanos, empujándoles hacia sus destinos.


El nuevo Mundo es prodigiosa de principio a fin. Una obra maestra sin rival alguno. El público seguramente no la aceptara. Quien vaya buscando una película de conquistadores que llegan al nuevo mundo, conocen a los nativos, se llevan bien, pero… de repente algo falla, la cosa se tuerce, los nativos atacan de noche, hay peleas, batallitas, luchas, una historia de amor metida con calzador, y al final la gran lucha entre el bueno y el malo… que se olvide. Esto no es mierda Hoollywoodiense. Esto no es Gladiador, El rey Arturo o El Reino de los cielos, no. La nueva película de Terrence Malick es un poema de amor, una poesía contada en imágenes. Visualmente es arrolladora, probablemente la película más (visualmente) inventiva y cautivadora jamás filmada. Nunca había experimentado una sensación similar en un cine, esa sensación de pureza, de que lo que me están contando me lo están contando desde el corazón, desde la sabiduría, de que no me están engañando.

Planos intimistas, sensoriales, sugerentes, monólogos interiores, sensaciones y recuerdos, acompasados con las notas acariciadoras que James Horner concedió a este pequeño regalo espiritual. El tacto de la hierba, del viento en la cara, el aroma exultante de la plenitud. El amor triunfa allende el mar, allende las fronteras, allende razas y credos. Una comunión mística con la Madre Tierra, con los elementos, con cualquier dios imaginado por el hombre. Estar en paz con el sol, con la luna, con el fructífero suelo, con la brisa salobre, con los congéneres. Llevar la luz dentro, derramarla fuera, ser la luz misma. Haber nacido con ese fin: iluminar la vida como una llama votiva.
La visión romántica, bucólica y amorosa que Malick ofrece sobre Pocahontas llena de sosiego y esperanza cada minuto. Su versión libre de la leyenda, atribuyéndole un amor imposible entre ella y el capitán Smith, el colonizador pionero de Norteamérica, cae como pétalos de rosas sobre los ojos y las mejillas, esparciendo una dulce fragancia que perdura.

La película tiene el estilo característico de Malick. Es una película lenta, con un guión genialmente escrito, sin mucho dialogo en un principio, en el que una imagen vale más que mil palabras. Está repleta de momentos geniales, la historia es preciosa y Malick rueda la película con la genialidad a la que me tiene acostumbrado haciendo buen uso de la cámara y mostrándonos la belleza de la película.

A gusto del que escribe, "El Nuevo Mundo" es la mejor de las cuatro películas de Terrence Malick. Su obertura es, sencillamente, fascinante. La voz en off, recurso que utiliza Malick en sus obras, muestra el contraste entre la cultura europea y la de los indios nativos. Los primeros, con filosofías racionales y bases comerciales; los segundos, estancados en una explicación mítica de la Naturaleza. Este choque de culturas se funde en una historia de amor contada desde tres puntos de vista distintos, al estilo de la narrativa española de los años 70.



Poco más que añadir. Malick es un autor que nos enseña el mundo a través de su mirada personal que cuestiona la nuestra. En cada una de sus películas ha ido profundizando en su estilo y alejándose de formatos convencionales. El espectador que sabe lo que va a ver y lo que Malick ofrece, podrá disfrutarla más que aquel que, simplemente, se acerque a ver una de "indios" y espere una historia convencional contada de forma convencional.

La Delgada Linea Roja: comentarios.

Atención: este comentario contiene numerosas referencias que descubren partes importantes de la película. Si no la has visto es mejor que no lo leas todavía. Dicho esto, aquí dejo mi comentario:


El visionado de este tercer largometraje de Terrence Malick me ha parecido una experiencia tremenda. Después de haber visto las dos primeras películas, el estilo de este autor nos va a resultar claramente identificable desde las primeras escenas y es evidente como las claves formales y narrativas de sus primeros trabajos se llevan un paso más allá en La Delgada Linea Roja (LDLR).


La fotografía sigue siendo un aspecto especialmente cuidado y destacable, con encuadres y composiciones para el asombro, un uso de la luz emocionante y una elección de localizaciones y paisajes de una belleza que apabulla la mirada. Me pasó en varios momentos del asedio a la colina en los que me quedaba mirando aquella hierba alta movida por el viento, la vegetación y los cielos.


Como les ocurría a los soldados, me asaltaba la extrañeza de la barbaridad que estaba ocurriendo en medio de una creación tan bella. De hecho uno de los soldados, estando tumbado intentando cubrirse del fuego enemigo, con su vida pendiendo de un hilo, contempla una pequeña hoja y la roza levemente cerrándose de un modo casi mágico (la plantita es algo parecido a la mimosa sensitiva) en un detalle con el que me sentí plenamente identificado con el soldado, ya que esa extrañeza ante la belleza natural y el horror del combate la estaba sintiendo yo al ver ese tramo de la película.



Está claro el enorme peso de lo visual en el cine de Malick, en el que se nos invita a ver, a contemplar reposadamente y comprender con la mirada.


Otra de las claves, estrechamente relacionada con la anterior, es la naturaleza. La evolución es evidente. En Malas Tierras era un bosque y unas llanuras desoladas en las Badlands. En Días del Cielo vimos el esplendor de los campos de cereal de Texas en sus atardeceres, pero también animales, ríos y detalles de la naturaleza. En LDLR ya vemos desde el primer cocodrilo y las escenas de la convivencia con los aborígenes como la naturaleza va a estar presente en la película. Como su papel no es de mero decorado, no es un simple fondo en el que ocurren las cosas. La madre naturaleza está presente en esta película como un personaje más, quizá incluso sea el personaje protagonista e inmutable de esta historia, que presente a lo largo de toda la película se contrapone de forma constante a la barbarie humana. Algunas de las reflexiones de la voz en off así lo indican y la cantidad de planos dedicados a ella también lo apoyan.


Y si lo visual está cuidado al detalle, la Banda Sonora es otro aspecto fundamental de este director, perdurando en la memoria por su lirismo y su fuerza. Aunque hay quien dice que la composición de Zimmer es "la más bella música con la que ha contado jamás Malick para una de sus películas" y verdaderamente resulta impresionante en muchos momentos, no soy capaz de decantarme por esta frente a sus dos películas anteriores. Lo que si quiero destacar es el canto aborigen que suena en varias ocasiones en la película, "God Yu Tekem Laef Blong Mi", una oración sencilla y natural que ayuda a acentuar aún más el contraste del mundo natural y centrado en el hombre con las terribles escenas de miedo, violencia y sufrimiento que viven los soldados en la batalla.


Citando una de las páginas enlazada anteriormente: "Es una pieza capital para comprender la película, interpretada por los aborígenes de las islas Solomon. Está cantada en “pidgin-english”, con lo que el vocabulario británico está ligeramente alterado. El título de esta canción en concreto, sería algo como ‘God you take my life’, es decir, Dios llévate mi alma". 
La estoy escuchando ahora y me sigue estremeciendo.


Otra clave del cine de Malick es la utlización de lo simbólico. El uso de metáforas y su metalenguaje nos exige atención y capacidad para interpretar y reflexionar en torno a las imágenes y su sentido, pero al mismo tiempo nos proporcionan también un disfrute añadido al comprender las referencias, lo que sugiere y subrayan las imágenes simbólicas que vemos a lo largo de la película.




En LDLR este aspecto también se ve acentuado con respecto a las películas anteriores y daría para un comentario entero. El cocodrilo entrando en el agua que aparece luego capturado, las bandadas de pájaros que vuelan, las miradas de los animales, el uso y significado del agua y del fuego, unos soldados que se cruzan con un aborigen, un polluelo que agoniza, unos perros que carroñean restos humanos, etc., etc... solo por esta razón merecería la pena revisionar la película.



Una de las claves del cine de Malick más reconocible y controvertido es el uso de la voz en off. Utilizada por este autor como complemento y contrapunto de la imagen, en LDLR se hipertrofia con respecto a las anteriores y ya no se conforma con narrar y dar algunas claves de la vida interior de los personajes, sino que nos ofrece una puerta abierta al alma de los personajes, al hecho central de la experiencia con reflexiones e interrogantes que parecen proceder más del propio Malick que de sus personajes y que nos sitúa en complicidad con el autor, compartiendo el visionado en la intimidad de sus pensamientos.


Con todas estas claves Malick nos ofrece una película (experiencia) que nos sumerge en el interior de un grupo de soldados dentro de una guerra. No me ha parecido especialmente relevante que el ejército sea el americano, ni que se trate de la segunda guerra mundial o que la batalla sea la de Guadalcanal contra el ejército japonés. La mirada de Malick no nos ofrece una crítica política, no nos destaca una heroicidad o una condena por un bando u otro. Su película nos habla del dolor del hombre atrapado por la violencia, desperdiciando su humanidad, alejándose de sus semejantes, de la naturaleza y, con ojos de fe, de Dios mismo.


En LDLR vemos soldados aterrados, obligados a matar para sobrevivir, incapaces de revertir el absurdo de una batalla imposible en el que van muriendo y matando, enloqueciendo o cayendo en un agrio cinismo. La guerra les va robando sus raices, sus convicciones, sus valores, sus motivaciones y hasta el nucleo de su alma.


Dolorosísima la carta que recibe el soldado Bell (Ben Chaplin) tras haber podido contemplar y disfrutar con él sus recuerdos de amor y proyecto común, plenos de ternura y esperanza, finalmente rota sin solución.



Suyas son las palabras de amor más hondas y trascendentes, lo que acentúa el desgarro posterior al recibir la carta:

Nosotros estamos unidos, somos un solo ser. Fluimos juntos como el agua, hasta que no te distingo de mí. Bebo de ti. Ahora. Ahora. Eres mi luz, mi guía.

¿Por qué iba a tener miedo a la muerte? Te pertenezco a ti. Si caigo yo primero, te esperaré allí. Al otro lado de las aguas oscuras. Te necesito ahora.


Tremendo el conflicto entre el Capitán Staros (Elias Koteas) y el Coronel Tall (Nick Nolte) en el que la humanizada coherencia del capitán se enfrenta a la salvaje ambición de su superior que, por la vía del más fuerte, acaba apartándole del mando porque es "demasiado bueno".



Cuestionadora la evolución del Sargento Welsh (Sean Penn) que comienza defendiendo ante el soldado Witt (Jim Caviezel) el sentido del grupo dentro de la guerra y que según avanza el absurdo de la batalla va quedandose vacío, sin convicción ni esperanza, muriendo por la vía del 
cinismo, hasta llegar a afirmar que "únicamente se siente solo cuando hay gente".  



En cada personaje, en cada encuentro, escena y diálogo podemos encontrar una carga de profundidad lista para explotar en forma de reflexión o referencia, pero sin duda el que más huella me ha dejado es el personaje del soldado Witt, el desertor que no es cobarde.



El soldado que, combate como los demás, pero que lo hace de forma diferente, con otra humanidad y sensibilidad. Vemos su mirada ingenua y su sonrisa de paz, se ofrece voluntario, acompaña a sus compañeros, les asiste en la muerte y se pregunta una y otra vez por el sentido de la vida y de la muerte, por la violencia del hombre que causa tanto dolor en este mundo que se nos ha ofrecido como paraiso. Culmina su vida entregándola sin oponer resistencia, como una metáfora de Cristo "el cordero de Dios" que sacrifica su vida por el hombre, por el Hombre.


Suyos son algunos de los pasajes en off más cuestionadores:

Me preguntaba cómo sería mi muerte. Cómo sería saber que tu siguiente suspiro es el último. Sólo espero enfrentarme a ella como mí madre lo hizo. Con la misma… serenidad. Porque en esa serenidad es donde se encuentra y se aprecia la inmortalidad.

¿Quién eres tú que adoptas tan diferentes formas? De tu muerte nadie escapa, pero también eres la fuente de todo lo que va a nacer. Eres gloria. Clemencia. Paz. Verdad. Das calma al espíritu, comprensión, valor. Un corazón satisfecho.

Esta terrible crueldad, ¿de dónde sale? ¿Cómo se infiltró en el mundo? ¿De qué semilla, de qué raíz ha brotado? ¿De quién es obra? ¿Quién nos mata? Nos ha robado la vida y la luz. Se burla de nosotros con visiones de lo que podríamos haber conocido. ¿Acaso nuestra destrucción beneficia a la tierra? ¿Ayuda a que crezca la hierba o que brille el sol? ¿Se encuentra esta negrura en ti también? ¿Has vivido, atravesado, una noche semejante?

¿Dónde estuvimos juntos? ¿Quién eres tú que estuviste a mi lado y caminó conmigo? Mi hermano, amigo. La oscuridad en la luz. El conflicto en el amor. ¿Son producto de una sola mente? ¿Las facciones de un mismo rostro? Oh, mi alma, déjame entrar en ti. Mira a través de mis ojos. Contempla las cosas que has creado. Mira cómo brillan.




Son preguntas inmensas y que, en el contexto de aquella batalla, resuenan de una forma especialmente intensa. Viene a mi mente una de mis canciones favoritas compuesta por Aute e interpretada por Silvio Rodríguez en la versión que más me gusta y que dice:
Quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello…
dímelo…
me va la vida en ello.
me va la vida en ello.



Dicen que la vida es una batalla que hay que librar en el día a día. Aunque no estemos en la misma situación que los soldados de LDLR, creo que también nuestro mundo cotidiano se ha convertido en una especie de guerra de baja intensidad, con poca violencia en forma de disparos y muerte, pero llena de urgencias, que nos arrastra y nos lleva a vivir en grandes ciudades tan deshumanizadas como un campo de batalla, que nos fuerza a seguir un guión y conquistar colinas imposibles. Es así como también nosotros podemos perder nuestra Paz, el sentido de la vida, nuestra sonrisa alegre o nuestra mirada inocente. Necesitamos el contacto con la naturaleza, las personas y Dios y, como dice Sabina refiriéndose a Madrid: "Aquí no queda sitio para nadie".


Esta película es como una elegía que lamenta la pérdida del Hombre, de su Humanidad y su Alma cuando ya es demasiado tarde. No es así para nosotros que, al verla, es como si se nos agarrara por el pecho para despertarnos y amar, para no naufragar... ya sabéis, nos va la vida en ello.


Dejo algo de material complementario interesante que me he ido encontrando aquí y allá para el que quiera seguir leyendo y disfrutando de la película:
- El guión original (en inglés).
- Extractos del guión en castellano.
- Un par de enlaces a críticas de las películas que no puse en la ficha: 1 y 2
- Una entrevista a Nick Nolte sobre el rodaje de LDLR (a partir del minuto 25, también en inglés)
- Una buena colección de imágenes de la película.
- Análisis de la edición en Blu Ray de Criterion

martes, 11 de octubre de 2011

The Thin Red Line (Tercer largometraje de Malick)

Con Malas Tierras y Días del Cielo podemos considerar que Malick cerró una etapa en su producción cinematográfica.
A partir de ese momento este enigmático director (no concede casi entrevistas ni hace promoción de sus películas) dedico su tiempo a otras cuestiones, fundamentalmente a la docencia y se convirtió en un erudito de la naturaleza profundizando en sus conocimientos sobre geología, botánica y zoologia. Fue en esa época cuando conoció el relato de James Jones sobre la batalla de Guadalcanal que inspiró, veinte años después de Días del Cielo, su tercer largometraje: La Delgada Linea Roja, que fue estrenado el mismo año en el que Steven Spilberg también nos presentó su visión de la guerra en "Salvar al Soldado Ryan" una buena referencia/contrapunto a la película de Malick.


FICHA:
TÍTULO ORIGINAL:    The Thin Red Line
AÑO:                        1998
DURACIÓN:               163 min.
PAIS:                        EEUU
DIRECTOR:               Terrence Malick
GUIÓN:                     Terrence Malick (Novela: James Jones)

SINOPSIS: II Guerra Mundial, Isla de Guadalcanal, 1942. Un grupo de hombres de la compañía de fusileros del ejército "C de Charlie" combate contra el ejército japonés por la conquista de una estratégica colina. Este grupo forma parte de las tropas enviadas para relevar a las unidades de infantería de marina agotadas por el combate.
En esta ocasión Malick fue ampliamente reconocido y premiado, destacando el Oso de Oro en el Festival de Berlín a la mejor película y los premios del Círculo de críticos de Nueva York al mejor director y a la mejor fotografía. También recibió 7 Nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película, director, fotografía y banda sonora original.
Ojo al reparto porque la nómina de actores es brutal.

Para leer más:
Reseñas en Shangri-la:  1 y 2
Reseñas en Blog de Cine: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Críticas de Filmaffinity
Mucha información recopilada en Playlist

Algunas "perlas" para hacer ganas:

Esta película es la mejor película bélica de la historia, todo el mundo debería verla, no tiene desperdicio es arte, es poesía, es realismo total, es antimilitarista y tiene un reparto de lujo.

"La delgada línea roja" es un golpe de lluvia, de hoja, de viento, de pelo, de mar, de polvo, de sangre y de hierro. Un golpe de Malick. Una grandísima película hecha con par de narices y con esa elegancia y sensibilidad de la que algunos disponen. Otros la huelen.

Sin duda estamos ante una auténtica obra maestra, una película que el tiempo valorará como capital para comprender la historia del cine, infravalorada por tener la mala suerte de haber sido estrenada por la más comercial y menos inteligente "Salvar al Soldado Ryan" y por unos espectadores más acostumbrados a los efectos especiales y las tramas sencillas de soldados patrióticos y estereotipados que a los seres humanos que nos presenta Malick, personas arrancadas de su vida diaria y obligados a matar a sus semejantes desconocidos, odiados por ser, sencillamente, enemigos declarados publicamente. El guión es sencillamente un Nobel de la Literatura y la fotografía alcanza la perfección absoluta en escenas pletóricas.

Hay una escena en concreto que es sublime: los soldados americanos han llegado a Guadalcanal, y están avanzando por entre la maleza e inspeccionando la zona. En esto que aparece un indígena, una especie de anciano del lugar que se cruza con ellos tan tranquilo, con una expresión en su rostro de indiferencia y estupefacción a la vez. Para ese señor que vive allí tan pancho y al margen del resto del mundo, no podemos ni pensar en lo rocambolesco que le parecerá ver a hombres vestidos de uniforme caminando por una tierra que no es la suya y en la que nunca habían estado, y todo ello para matarse con otros hombres a los que ni siquiera conocen. Su mirada expresa perfectamente la distancia, el contraste, entre el indígena que vive en paz con la naturaleza (sin necesitar nada más) y los hombres que pelean entre ellos y ansían el poder aunque sea a costa de sus vidas


Pues nada más por ahora. Solo recordaros que esta es una película mucho más larga que las anteriores, un peldaño más en la forma hacer cine de este autor y que mucha gente confundió su estilo reflexivo y contemplativo con "aburrirse porque no pasa nada"... no caigáis en esa trampa ;)