Tener un gran parecido con James Dean puede ser una suerte, pero si eso es lo único bueno que te ha ocurrido en la vida, lo más probable es que no sea suficiente para salir adelante en un mundo miserable y violento como el que le toca vivir a Kit (Martin Sheen), el personaje central de Malas Tierras.
Viendo a Kit vienen a mi cabeza la descripción del prototipo de macarra que hace Joaquín Sabina en su canción "Qué demasiao" cuando comienza diciendo: "macarra de ceñido pantalón, pandillero tatuado y suburbial, hijo de la derrota y el alcohol, sobrino del dolor, primo hermano de la necesidad. Tuviste por escuela una prisión, por maestra una mesa de billar, te lo montas de guapo y de matón, y de darle al canuto cantidad".
Kit se ajusta a ese estereotipo de jóven sin estudios, sin futuro y sin posibilidades de cumplir sus sueños.
Y me refiero a Kit como personaje central y no como protagonista, porque está muy lejos de protagonizar la historia que nos relata esta película. Este es uno de los primeros aspectos que me llama la atención de esta película: la historia avanza según lo dictan las circunstancias, con Kit moviendose como un autómata que actúan según el azar de la situación, sin un rumbo definido ni determinado por sus decisiones o reflexiones. Como máximo podemos ver como la intuición o la autodefensa guían las conductas, a menudo violentas, de Kit empujado por un entorno siempre hostil.
En los primeros minutos de la película veremos lo poco que le importa a Kit su trabajo de basurero, lo irrelevante que le resulta perder ese empleo, quedarse en el paro o que, finalmente, le contraten como vaquero. Esa misma indiferencia, cuando no rechazo manifiesto, la vamos a percibir también hacia él en los, invisibles, vecinos del barrio por donde pasan recogiendo la basura, en sus compañeros de trabajo, en el empleado de la oficina del paro o en la persona que le comunica que ha sido despedido. A golpes de azar cambia de empleo en una sucesión de hechos en los que poco o nada decide o protagoniza Kit.
Por casualidad Kit también encuentra y conoce a Holly (Sissy Spacek), la voz narradora de la película, una niña acomplejada, cuya infancia se ha visto marcada por la ausencia de su madre y, en consecuencia, por la autoridad de un padre desequilibrado, carente de la más básica afectividad. Es ella la voz interior que nos demuestra la precariedad emocional de los personajes de la película y en la que surgen los mínimos destellos de reflexión que aparecen en contados momentos durante esta historia.
Entre Kit y Holly se crea un frágil vínculo de conveniencia, en el que se diluyen sus miserias y sus carencias. Ambos se comportan como analfabetos afectivos que van explorando con torpeza la comunicación y la sexualidad en un estilo primario, muy básico y torpe. Así su noviazgo va avanzando, una vez más, según la inercia y la necesidad de reaccionar ante el entorno hostil. Cuándo el rechazo del padre de Holly hacia Kit se hace explícito y al jóven también se le niega esta pequeña puerta hacia el futuro, decide de una forma impulsiva y mal planeada, fugarse con Holly en el primer paso de su caótica huida hacia delante.
Sorprendido por el padre mientras recogía, desordenadamente, la ropa de Holly, Kit se siente amenazado y, agresivamente, reafirma su posición ante el padre en una escena de seca violencia que acaba con el padre abatido a tiros por Kit. Con este prólogo y este detonante, la película a partir de este momento avanza siempre impulsada por una huida irreflexiva y desordenada en la que Kit seguirá asesinando a todo aquel que suponga una amenaza real o intuida, sin que exista un verdadero plan, un proyecto que les pueda salvar.
Es en este momento cuando vemos una de las escenas más expresivas de la película: el fuego provocado por Kit que envuelve la casa de Holly. En este momento Malick nos ofrece, con el acento de la música, una serie de imágenes hipnóticas y cargadas de simbolismo en el que podemos ver como arde la niña que había sido Holly hasta ese momento, la niña que tenía un hogar, dormía en una cama, aprendía a tocar el piano y jugaba con muñecas. Todo eso ha desaparecido ya.
Además, la metáfora del fuego destruyéndolo todo, también nos habla de un Kit que, acorralado y hostigado, quema su vida queriendo nacer a una nueva posibilidad. Lamentablemente veremos que también su futuro estaba dentro de aquella hoguera en la que todo resulta consumido sin posibilidad de redención para él.
En la violenta huida de la pareja, ambos muestran una falta de sensibilidad y empatía hacia la vida de otros seres humandos claramente psicópata, en la que no se observa culpabilidad o arrepentimiento. Además, mientras Kit es el que dispara y asesina, Holly asume un papel pasivo, sin implicación ninguna en lo que va sucediendo ante sus ojos, en una falta de compromiso moral que resulta difícil de digerir.
Es ella la que, en un pequeño momento de reflexión plantea uno de las cuestiones más importantes de esta película cuando se pregunta por cómo hubiera sido el devenir de su vida si otros condicionantes hubieran estado presentes, si su madre no hubiera muerto o si Kit no hubiera asesinado a su padre...
La cuestión es como el azar, las circunstancias, la casualidad puede llegar a condicionar nuestra existencia y nos empuja irremediablemente a vivir de una forma concreta, como haber nacido en una familia, en un pais, en una cultura, como haber recibido unos genes y una educación nos sitúa en una posición, inevitablemente distinta a los demás, no modificable y que nos abre unas puertas y nos cierra otras sin que podamos nosotros hacer nada para modificarlo.
El otro aspecto, cada vez más importante en su huida es el paisaje, que Malick nos ofrece de una forma austeramente espectacular: son las "badlands", tierras baldías, extensas llanuras improductivas, casi desérticas, que se extienden hasta donde la vista alcanza y donde Kit y Holly son pequeñiiiitos, unos habitantes insignificantes y que, como el lagarto o el halcón (que Andrés me corrija), solo tratan de sobrevivir.
Estas tierras baldías, desde mi punto de vista, son también otra metáfora importante de la película que retrata una sociedad americana (o quizá, simplemente, moderna) estéril, mezquina e individualista, donde no hay lugar para lo que nos hace humanos y donde la hostilidad del entorno se enfrenta al individuo que solo puede sobrevivir luchando por salir adelante con sus propias fuerzas y recursos. Sometidos a la ley del más fuerte, los menos capaces van siendo eliminados gradualmente en unos casos y violentamente en otros.
En esta sociedad-Badland, Malick nos ofrece toda una serie de personajes solitarios que viven aislados. Vemos puertas cerradas, calles vacías o carreteras intransitadas, personas que no se miran, que no se tocan, que no se unen a los demás, en una fuerte crítica al individualismo feroz en el que no crece nada, en el que nada puede vivir.
Incluso la llanura de las Badlands me hace pensar en el planísimo tono afectivo y moral de Kit, Holly y de todos y cada uno de los personajes con los que se van encontrando de principio a fin y que nos hace comprender que los dos fugitivos no son tanto unos psicópatas asesinos, como los ejecutores concretos y casuales de una sociedad psicópata.
Por último me llama la atención la resolución de la huida en una situación forzada por Kit en una nueva vuelta de tuerca de su huida descontrolada. Abandonado por Holly, descubre que una vez capturado le espera la fama, fotografías, entrevistas y minutos de televisión para alimentar el morbo de verle la cara al asesino múltiple. De nuevo, vuelve a mi mente la canción de Sabina: "Pero antes de palmarla se te oyó decir: "Qué demasiao, de esta me sacan en televisión".
Esa certeza de que va a ser admirado como criminal le lleva a detener la huida, simulando un pinchazo y dejándose alcanzar por la policía mientras construye un primitivo hito que marque y recuerde este suceso (no es la primera vez que busca en las piedras un fetiche para recordar). Una vez detenido, volvemos a comprobar que el miserable razonamiento de Kit encaja perfectamente en la miseria moral de esta sociedad, que responde a sus expectativas y le entrega atención, publicidad y admiración, en la fiesta del morbo televisado que tanta audiencia sigue teniendo.
Una pequeña historia, pero una gran película, cuidadosamente rodada, con un montaje "invisible", una fotografía austera, pero potente, unos diálogos escuetos y una música inolvidable. Lo que más me ha gustado es como la película perdura en el recuerdo, como vuelven a la cabeza escenas y diálogos en los que vas descubriendo que todos los detalles están meticulosamente escogidos para ofrecernos matices y mensajes con múltiples lecturas que nos llevan a pensar en nuestra propia vida y en nuestras Badlands.
Y si los hay que prefieren ver la película antes que leer el libro, quizá también los haya de los que prefieren la canción a la película. Para ellos Bruce Springsteen ha escrito una ácida canción que en cinco minutos nos regala una síntesis de los hechos reales que inspiraron la película de Malick. Aquí os la dejo:
Y a vosotros... ¿qué os ha parecido? ¿qué os ha llamado la atención? ¿qué os ha resultado cuestionador?. Espero vuestros comentarios...
Malas Tierras es una película que necesita tiempo para ser digerida. Hay muchos temas, quizá por comentar algo, me llama la atención que sobre el protagonista se eluda toda mención a su origen y procedencia, no sabemos nada de él antes del inicio de la peli, mientras que del personaje femenino se nos dan claves para comprender su personalidad.
ResponderEliminarCreo que uno de los temas importantes es el de el origen de la violencia, a mi parecer el director intenta reflexionar sobre si estamos condicionados o determinados a ser como somos, qué grado o autonomía podemos tener. Parece que en los dos personajes centrales si intenta condicionar o determinar por qué son como son.
Del personaje masculino también contrasta los momentos de suma violencia, fría y calculada con otros en los que parece que no quiere hacer lo que va a hacer. Se podría hablar también del sindrome de estocolmo con relación a los policias, sobre todo al final, parece un chico bueno, es amable y bromea con los polis, y estos parecen sentir cierta lástima por su situación. ¿Es muy consciente de lo que ha hecho, hasta qué punto está condicionado o determinado por sus orígenes y sus vivencias, que como decía, no se nos dan referencias en la peli, mientras que de ella sí.
Destacar también la apatía del personaje femenino, en ocasiones parece boba, sin sangre, espcialmente cuando matan a su padre.
La relación entre ambos, es realmente de amor, o de necesidad, de búsqueda de salida a unas vidas anodinas y sin futuro.
También resaltar la ausencia de referencias morales, religiosas o trascendentes... El papa ha insistido mucho sobre esto ultimamente, en un mundo sin referencia a Dios, el hombre se alza como su propia referencia y se vuelve contra sí mismo y sus semejantes.
Se nota que el director ha estudiado filosofía, hay muchos planteamientos que quedan abiertos y que son lanzados desde esta perspectiva sobre el sentido de la vida
Por fin MJ y yo hemos visto la peli. A MJ le ha resultado una peli dura, concebida directamente para pensar y no para entretener.
ResponderEliminarLa peli tiene muchos mensajes, creo que el principal es la individualidad y como consecuencia la violencia. Todos los personajes son seres solitarios sin un marco social de referencia, ni el que se insertan, y al cual creo que tampoco quieren insertarse, y no creo que sea por falta de habilidades sociales, pues la chica va aun cole y entrena de “majorete” (actividad que se realiza en grupo); el protagonista es basurero y sale con su compañero de trabajo, con el cual parece llevarse bien; creo que el director quiere resaltar esta idea a toda costa, por eso nadie esta casado (o si lo están no se manifiesta), nadie tiene amigos, el Jefe del protagonista que le despide, no esta en una oficina con mas gente, si no sentado en la puerta, en la calle. El director busca resaltar la soledad de las personas, pero una soledad, creo, que elegida, porque en realidad no sé si en la America rural y profunda se vive de esta manera, a mi por lo menos me cuesta creerlo.
En todo caso, creo, que esta individualidad (que no soledad) es la raíz de todos los acontecimientos de la peli. Me explico, en ningún momento hay un planteamiento de compromiso en la relación entre los protagonistas, sino un dejarse llevar, sin dar importancia a nada de lo que les pasa, esto por ejemplo se plantea en la primera experiencia sexual de la chica (es como si hubiera pasado un hecho rutinario y normal, cuando es todo lo contrario en la realidad), además así lo manifiesta el protagonista. Aunque vivan juntos (en la casa del árbol) tampoco hay comunicación ni proyecto común.
En ningún momento se plantean, ni hablan de sus acciones y asesinatos, ni siquiera si quieren llegar a eso o si están justificados, no se plantean si quieren ser los delincuentes más famosos, nada no hay nada, incluso me atrevería a decir que los diálogos, son los justos y necesarios. Tampoco creo que la chica sea el contrapunto a las acciones del otro, se deja llevar, sin pena ni gloria; cuando les detienen, no llora, ni se apena, parece que no es consciente de nada. No hay cuestionamiento desde la peli, si no que éste es desde el espectador, ni siquiera los policías cuestionan o preguntan el por qué.
Uno de los mensajes que saco es que el hombre es un ser social, y cuando falta esta experiencia, el resultado puede ser fatal, personas sin empatia, personas sin valores, personas que no sienten ni se preocupan por el otro mas cercano (familia, amigos, vecinos), en definitiva una total falta de valores necesarios para convivir y desarrollarse como persona.
Sé que hay muchos más mensajes, he querido solo comentar uno, el más impactante, que no es la violencia sino la individualidad, es una peli muy buena para hacerse muchos planteamientos y dejó muchos en el tintero.
Estoy deseando ver la segunda….posiblemente esta “noite”